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Agapornis es un género de aves de la familia de los loros (Psittacidae). Se les conoce vulgarmente como inseparables. El nombre "Agapornis" tiene su origen etimológico en el griego, lo toma de las palabras agape (amor) y ornis (pájaro). Deben su nombre científico a sus fuertes vínculos de pareja; el macho y la hembra pasan mucho tiempo juntos y con frecuencia se arreglan las plumas uno al otro. Su posición en pareja, cabeza contra cabeza, es característica.
Son miembros pequeños y de gran colorido de la familia de los loros. Las 9 especies son pequeñas, de cola corta y cuerpo sólido; tienen un tamaño que va desde los 13 a los 16 cm, según la especie.
Se alimentan de semillas, frutas y brotes y, lo que es inusual en los loros, construyen un nido, en vez de poner sus huevos en un agujero descubierto. Los criadores expertos preparan una especie de «antesala» en el interior del nido, donde duermen los polluelos de la primera nidada. La época recomendable para su cría es durante el comienzo de la primavera, de lo contrario los polluelos podrían morir debido a las altas temperaturas. Viven hasta 15 años.
Son también conocidos como cotorras inseparables o cotorritas inseparables.
Están presentes en el África subsahariana, Tanzania, Kenia y Madagascar.
Se adaptan bien a la vida en cautividad y son tan populares como los periquitos. Algunas especies de Agapornis son aconsejables para un criador principiante y joven. El inseparable de cara rosa o inseparable de Namibia (Agapornis roseicollis) es el más criado de todos, y del que hay multitud de mutaciones fijadas.
Agapornis fischeri fue descubierto por el Dr. Fischer en el norte de Tanzania alrededor de 1877. También se pueden observar pequeñas bandadas en el área sur del lago Victoria. Una meseta interior de entre 1200 y 1800 metros de altura con bosques de hoja caduca y arbustos es lo que conforma su hábitat natural. Se alimentan principalmente de semillas, entre otras las de acacia aunque también suelen a hacer visitas a las cosechas de mijo y maíz de la zona. Después del roseicollis, el fischeri puede considerarse como el número dos en la escala de popularidad de los agapornis.
Mide quince centímetros. Su frente es entre naranja y rojo, desde la cabeza hasta abajo por la parte de atrás se vuelve más difuminado hacia el verde oliva. El cuerpo es verde, tiene un anillo alrededor del ojo. El pico es rojo coral, las patas grises y las uñas van del gris al negro. Su rabadilla debe ser violeta claro, cualquier pinta grisácea en la rabadilla indica una hibridación anterior con personatus o nigrigenis. Hoy en día la selección del fischeri de concurso está tornándose a mayor color rojo en la cabeza, las partes de color oliva han casi desaparecido completamente.
Los pájaros jóvenes son una versión pálida de sus padres. Pueden mostrar temporalmente algún tipo de difuminado oscuro en el rojo, pero normalmente desaparece después de la muda. Los pájaros que después de un año aún muestran negro pueden considerarse híbridos.
Los Agapornis roseicollis y swindernianus están considerados como formas intermedias entre el grupo con dimorfismo sexual y el grupo de anillo ocular. Los roseicollis no presentan dimorfismo sexual y para obtener una pareja verdadera cada uno tiene su método de sexaje. Aparte de la endoscopia o el análisis de ADN, el test de los huesos pélvicos es el más utilizado por los criadores. Es bastante fiable, en las hembras adultas los huesos están tan separados que cabe el dedo índice entre ellos, en los machos los huesos están tan pegados que parecen un único y pequeño hueso. Sin embargo hay casos intermedios que pueden conducir a error. Hay hembras pequeñas y machos grandes, así que nunca confíes en esto como método infalible de sexaje, así que es mejor utilizar uno de los métodos anteriormente mencionados.
El Agapornis roseicollis roseicollis fue descubierto en 1793, al principio se consideró una subespecie del pullarius pero posteriormente se reconoció como especie aparte en 1817. Se conoce una subespecie del Agapornis roseicollis que es el A. R. catumbella, vive en Angola y se descubrió alrededor de 1955.
El roseicollis mide 15 centímetros, su color principal es el verde, la cara es de color melocotón, aunque un poco más oscura en la coronilla y más pálida debajo del pico. La rabadilla es azul, el pico color carne, las patas son grises y las uñas van desde el gris oscuro al negro. El catumbella es más pequeño pero de un color más intenso, incluso su pico tiene un tono rosáceo.
Habita el suroeste de África y vive en colonias de entre veinte y treinta individuos. A menudo crían en los nidos de los tejedores, los echan e invaden el nido. Haciendo esto la hembra no tiene que transportar material de nidificación al nido. Cuando anidan en los árboles o debajo de un tejado, la hembra coge trozos pequeños de hojas o cortezas y los transporta debajo de las plumas de la rabadilla hasta el nido.
En cautividad crían fácilmente lo que lo ha convertido en el agapornis más criado y domesticado.
Poco después de nacer, los polluelos ancestrales son de color naranja. Esto pronto cambia por unas plumas blanquecinas y solamente después de que aparezcan las primeras plumas.
Terminan de emplumar entre la sexta y séptima semana y se parecen a sus padres, aunque los colores son más pálidos y tienen una mancha negra en el pico. Después de la muda juvenil no se pueden distinguir de los adultos.